
A continuación se describen los siete pasos
propuestos por Mertz, investigadora en ingeniería biomédica, para pasar de la
fase de proyecto a la realización de innovaciones, todo esto desde un enfoque global
y aplicable a cualquier rama de la investigación tecnológica.
1. Identificar una necesidad no satisfecha: El
fin de la innovación es encontrar una necesidad no satisfecha, un problema sin
solución y “no ser un martillo en busca de un clavo”. Las universidades deben
incentivar a sus alumnos a buscar estas necesidades, implementar programas de
becas que lleven la educación técnica de los estudiantes para influir en
proyectos de beneficio social.
2. Elegir
con cuidado: Innovar es una palabra de uso frecuente en la
actualidad, pero no es sencillo determinar en qué áreas específicas las
innovaciones serán las más rentables y en cuáles se logrará de forma rápida.
Por ello, es esencial la selección de áreas de mayor promesa y establecer la
distribución de recursos a ellas en relación al beneficio que estas generarían.
3. Que
sea seductor: El innovador debe saber que no es suficiente llegar
a tener una gran idea. Esta, necesita ser alimentada y desarrollada en algo que
llamará la atención de inversores.
En las universidades, existe una creatividad e
imaginación desenfrenada. Esta, es una poderosa fuente de nuevos descubrimientos
e innovaciones. Además, tener en cuenta que muchos productos comercializables
son a menudo una idea de último minuto.
Existen casas de estudio que se centran en la
investigación básica y el probar los límites del conocimiento, las cuales
contribuyen con el proceso de desarrollo. La innovación, sin embargo, no es
solo el descubrimiento de algo, sino también su aplicación a una necesidad
social.
En general, la idea innovadora original necesita
ser complementada por otros talentos, tal como el conocimiento de mercado, para
así llegar a interesar a inversores, debido a que se tiene que ir de la mano
con una empresa existente o empresa de nueva creación que puede terminar el
trabajo de la comercialización de esta nueva idea. Asimismo, las innovaciones
pueden ser esfuerzos costosos y arriesgados, por ello las empresas siempre
están preocupadas de no ser lo suficientemente innovadores y que otras personas
sí lo sean.
4. Llevar una antorcha: Las
innovaciones no suceden durante la noche. Muchas veces el portador de la
antorcha son los propios inventores, pero hay que tener en cuenta que se
necesita de una gran capacidad empresarial para llevar una de estas ideas al
mercado y tener un gran impacto social. Se recomienda utilizar las siguientes
preguntas de selección:
- ¿Hay
una necesidad no satisfecha?
- ¿El
mercado es suficientemente grande?
- ¿Hay
un cambio regulador sencillo y directo?
- ¿Se
ha demostrado la prueba del concepto?
- ¿Es
patentable la tecnología?
5.
No
ir solos: A
menudo sucede que se nos ocurre una gran idea, pero no se está seguros de qué
hacer a continuación. Por ejemplo, puede darse el caso de que algún
investigador académico tenga un nuevo invento tecnológico, pero no
necesariamente tenga que conocer lo indispensable para conseguir que su idea
entre al mercado, necesita por tanto unir esfuerzos con otros agentes para
conseguir esta meta.
Se ha demostrado que el impacto generado por la
inversión en investigación y el desarrollo académico (I+D), genera un beneficio
económico y mayor creación de nuevas empresas. En la actualidad, las grandes
compañías designan un porcentaje de sus utilidades a esta área y andan en busca
de innovaciones que necesitan financiamiento.
6. Sea
flexible: A
veces, la dirección del desarrollo de la innovación puede necesitar tomar un
giro inesperado, especialmente cuando sea importante para traer una mayor
inversión y generar mayores utilidades. Es necesario preguntarse ¿Quién va
a pagar por ello?, ¿Cómo se va a pagar por ello? Hay muchas
variables en juego debido a que es imposible predecir cómo se comportará el
mercado.
7.
Entender
las barreras: El dinero es siempre un problema, y puede ser la
barrera que defina la realización del proyecto innovador. Generalmente, los
inversores no están interesados en poner su dinero en la investigación inicial,
esto significa que las universidades tienen que tener un papel más activo en la
asociación de proyectos de investigación. La inversión llega a aparecer cuando
el producto está listo, esto implica que se pueden pasar meses o incluso años
antes de suficientes fondos para mover el proyecto hacia su realización.
Se
aconseja a las universidades que están detrás de nuevas innovaciones, en tomar
varias medidas para atraer a los inversores con el objeto de no solo crear
valor monetizado de tecnologías en desarrollo, sino también como un medio para
fomentar las tecnologías que tienen potencial para convertirse en empresas y
poder operar.
Un dilema interesante es cómo medir el éxito de
nuestra innovación. Estos se puede dar de forma individual en cada proyecto,
dado que cada uno tiene su propio conjunto de resultados. Las innovaciones implican
un uso más eficaz y eficiente de la fuerza de trabajo. Uno puede mejorar la
calidad de un proceso o servicio determinado, otro puede reducir los costes del
mismo. Y si se puede hacer ambas cosas, entonces eso es realmente algo
innovador.
VISIÓN DE EXPERTOS SOBRE DONDE MÁS SE NECESITA Y CÓMO SE HACE
Artículo de: Leslie Mertz, 2013.
Adaptado por: Morales Galoc, Miguel Angel
20 de enero, 2017.
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